UNA CULTURA DE DES-INFORMACIÓN

Escrito por: Jordi Said Ayala Torres
Editado por: Carlos Alberto Arango Schütz
Para:
http://calicolumna.blogspot.com/

Analizando la situación en la que se encuentran los pueblos latinoamericanos y las constantes pugnas en el terreno internacional, me pregunte: ¿Qué pensaran las personas de lo que esta pasando ahora con esta situación, será que conocen la totalidad de la noticia sobre el conflicto entre Colombia, Venezuela y Ecuador? y ¿Qué será lo que opinan las partes en esta crisis, que al parecer cada día esta empeorando?

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Me puse en la tarea de investigar para calmar mis dudas y ¡Oh sorpresa!, nunca, había visto tal cantidad de agresiones e insultos entre nuestros pueblos hermanos y tal carencia de diplomacia y tacto de nuestros gobernantes. Fue el momento mas triste que he vivido en mucho tiempo, ver como pueblos que comparten una misma historia, dejan de lado todo sentimiento de respeto y tolerancia por culpa de las malas decisiones de nuestros dirigentes y los actos de terceros como las FARC, que se han dedicado a delinquir en nombre de la revolución.

Al leer las opiniones dejadas por los tres “bandos” en los medios de comunicación –de los cuales no doy fe de su “objetividad”-, vi que la mayoría de “conflictos de opinión”, si se pueden llamar así, se daban por simple ignorancia, la cual estaba alimentada por los principales medios de comunicación y sus principales postores, y se veía sustentada por los comentarios ofensivos entre mandatarios y políticos de los tres “bandos”. Esta era y es una cuestión que sin lugar a duda aumenta la tensión entre los pueblos y lleva a la existencia de estos “conflictos de opinión”.

Pero ¿por que digo ignorancia?, eso es fácil de explicar: generalmente se manejan dos “cadenas de noticias” en nuestra televisión, tan increíblemente diversificada, que como en la vida política o somos de derecha o somos de izquierda, paramilitar o simplemente guerrillero…o como en este caso vemos RCN o Caracol. Estos canales dada su “excelente” calidad productiva, y sobresalientes telenovelas, atraen al televidente con sensuales anuncios y en ocasiones “llamativos” acontecimientos en los cuales generalmente sólo se narra una parte de los hechos.

Pero entre la comunidad educativa y más aun entre los estudiantes de las distintas ciencias sociales, los reportajes de estas cadenas -algunos, no digo todos- no presentan la transparencia suficiente, por así decirlo, para ser de gran credibilidad. Con esto no quiero decir que los medios se basen en hechos místicos y sacados de la mente retorcida del editor de turno para atraer al televidente, me refiero a que manejan una verdad maquillada de la realidad verídica.

Otra de las causas de esta ignorancia que cada día incrementa con el surgir de nuevos discursos caudillistas, está contenida en lo que se nos ha enseñado en nuestros hogares, colegios y universidades; no se nos enseña a pensar como tal sino que nos enseñan lo que debemos pensar, permitiendo que en la comunidad se desarrolle un pensamiento cerrado y de hostilidad frente a los distintos puntos de vista de los demás grupos de individuos.

Esencialmente los problemas entre Estados se originan porque no se tiene en cuenta lo que hay más allá de nuestras fronteras –y no sólo me refiero a estas, las de mi patria-, no aceptamos que los demás tengan la razón, no abrimos los ojos a nuevos puntos de vista y a distintas fuentes de conocimiento. Pero esto es difícil de comprender ya que no se le da un correcto seguimiento a los atropellos que se cometen en nuestro propio territorio: para-política, maltrato intrafamiliar, abuso sexual, crímenes de estado, falsos positivos, matanzas guerrilleras, secuestros, censura y manipulación de los medios de comunicación, entre millones de martirios que nuestro pueblo vive a diario.

Pero tal ves la más grande y devastadora causa por la que esta ignorancia ronda nuestro suelo patrio y el hogar de los latinoamericanos y permita el quebrantamiento de la unidad continental ha sido el miedo, el terror y la repulsión que nos han infundido las clases mas pudientes y los gobernantes del país hacia todo lo que huela a izquierda, así como también lo hacen los funcionarios que afirman pertenecer a la oposición y se aprovechan de los derechos que le confiere su cargo para protegerse y proteger sus intereses particulares –esto en el caso colombiano-. En este momento o eres uribista o de oposición, guerrillero o paramilitar, de derecha o de izquierda, ya no existen puntos medios ya que “si no estas conmigo estas contra mi”.

A los latinoamericanos nos hace falta mas carácter al momento de elegir en que creemos y en que no, nos conformamos con que piensen por nosotros y peor aún nos engañamos a nosotros mismos impulsados por las imágenes que entran a nuestro cerebro gracias a ese discursos político de nuestros mandatarios diseñado para que creamos todo aquello que se nos muestra.

Nos dejamos manipular por los llamativos discursos de un don Hugo Chávez, por las constantes verdades maquilladas de un tal Álvaro Uribe y por las apresuradas decisiones de un señor Rafael Correa, personas como cada uno de nosotros, que nacieron en nuestra tierra y que con sus diferencias están rompiendo todo vinculo de fraternidad entre nuestros pueblos hermanos.



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OPINIONES SOBRE ESTE ARTÍCULO

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1 Opinión to "UNA CULTURA DE DES-INFORMACIÓN"

Anónimo dijo... 13 de agosto de 2009, 22:26

Muy cierto, en América latina campea la política entre enemigos. Se erige en el hemisferio un fenómeno político tan dañino como sempiterno, el caudillismo. Son varios los líderes que ganan con un discurso de choque y poco dispuesto al dialogo. Directrices beligerantes y demagógicas se trazan en el espectro político latinoamericano.

De las multitudes dirigidas por un caudillo, deberíamos pasar a la ciudadanía tolerante y responsable, educada e interesada por lo público y que abandone la tentativa de violencia que generan las pasiones enconadas.

Luis Felipe Barrera

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