CAMPAÑA PAZ Y LIBERTAD: UNA MIRADA A NUESTRA SITUACIÓN Y UNA PROPUESTA PARA LA PAZ

Escrito por: Carlos Alberto Arango Schütz
Para:
http://calicolumna.blogspot.com/ y http://noticias.radio3hp.com/

Este blog se ha caracterizado por tener artículos que cubren muchos temas políticos, históricos y hasta económicos, pero esta vez considero que le ha llegado al tiempo a un artículo dedicado a lo que todo colombiano y colombiana que ha sufrido los embates de la guerra desea y aspira con emoción y necesidad, este tema por el que miles de colombianos han muerto se llama paz.

Este artículo nace de principios políticos, pero no pretende reducir la paz a una cuestión meramente política. Los políticos, la prensa, los empresarios y muchos otros han politizado a la paz y la han convertido en un tema meramente político entre el gobierno y las FARC. Lo cierto es que en el medio de los dos actores que han librado una guerra de más de sesenta años, está el pueblo que sí desea una paz con términos reales, sujeta a su condición y amarrada a los ideales de justicia y reparación, pero en la mayoría de los casos este jamás hace nada por alcanzar sus deseo, de hecho la falta de conciencia e interés han llevado a esta situación.

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Algo que muy sabiamente Immanuel Kant le dio a la humanidad a través de uno de sus escritos más polémicos, La paz perpetua, fue que la paz debe ser el objetivo máximo de todo político moral y que este debe encaminar todos sus proyectos y acciones políticas a conseguir una paz jurídica sujeta a derechos y deberes que se deben cumplir para que la humanidad, las naciones y los pueblos por fin se hallen en una verdadera paz perpetua.

La paz perpetua para muchos puede ser una cuestión utópica, pero una subsistencia pacifica es viable sobre todo a nivel domestico, dentro de cada país. Por eso la paz nunca puede ser un asunto politizado, ya que al mediarse bajo intereses privados se convierte en una cuestión inalcanzable.

La paz en Colombia debe ser un asunto de interés nacional y no de intereses privados de aquellos que manejan la alta política y mucho menos de aquellos que en la selva se esconden para destruir y fragmentar la poca estabilidad y cohesión que la sociedad colombiana en algún momento pueda alcanzar. La paz no es un asunto del gobierno y las FARC, esta es un compromiso de todos los colombianos para que cumplan con su desarrollo y su autodeterminación como un pueblo responsable, movilizado por la paz como fin último que potencie y lidere el desarrollo político, social y económico.

Probablemente cada persona al enterarse en las noticias de la hora del almuerzo sobre los soldados mutilados, los miles de secuestrados, los niños que pisan las minas quiebra patas, los recicladores que ya no pueden ejercer su oficio, los cientos de miles de colombianos en la pobreza y los otros tantos padecimientos de nuestro pueblo, piensen que no es un asunto suyo y que no son culpables ni responsables y frívolamente sigan dirigiendo el tenedor a su boca.

A veces los colombianos cansados por la situación del país dan con comentarios tan desatinados como: “este país no le brinda oportunidades a la gente”, “todos es culpa de la guerra y de la corrupción”, pero a menudo las personas se olvidan de su responsabilidad, tratan de eludir el hecho de que por más de sesenta años el mismo pueblo es el que ha tenido la responsabilidad por lo que sucede en el país y nunca ha reaccionado ante eso.

Usted lector podrá decirme que no es culpable en lo absoluto de la guerra y las condiciones de violencia del país y creeré en su palabra, pero el hecho es que no se necesita tomar un fusil ó hacer morir de hambre a los recicladores, el simple hecho de no mostrar interés por la circunstancias políticas del país y ser indiferente con las cuestiones sociales, le ha dado alas a los detentores del poder y a los señores de la guerra para que sigan adelante con sus hazañas.

Puede que al colombiano corriente, hijo de la ciudad y de la moda importada de otros países no tenga que huir de las balas que le llegan a su caserío o a su finca, puede que el ejecutivo que va de la casa al trabajo y del trabajo a jugar golf no le explote una mina, pero en definitiva todos los hijos de esta patria sufrimos las consecuencias de la guerra. Salir a la calle es una cuestión de vida o muerte, los homicidios y los robos a mano armada son el pan de cada día en nuestras ciudades y la desfragmentación del tejido social se ve en cada esquina, desde el niño indigente que recoge basura a las 4:00 am, hasta el ladrón que se dispone a robar a cualquier “presa” fácil que le muestre un suculento bolso o un fajo de billetes.

El fin de este artículo es demostrarle al lector que la responsabilidad y la capacidad de cambiar la situación están en sus manos. ¿Qué debe hacer un colombiano corriente para promover la justicia, la libertad y la paz?

El colombiano promedio debería abrir los ojos y ver la realidad social del país, ver la desfragmentación social que ha llevado a la corrupción política y la retroalimentación que se hacen mutuamente ambos factores que finalmente desembocan en la guerra campal de la cual hacemos parte como víctimas y victimarios potenciales.

Para quien no pueda ver la situación se lo haré ver en términos sencillos, la degeneración del tejido social ha llevado a una falta de conciencia que se ha propagado y ha abierto la brecha para el desconocimiento de las condiciones del país y las posibles alternativas al conflicto; este desconocimiento ha sido aprovechado por unos cuantos para llegar al poder y hablar de cuestiones como “seguridad democrática”, que no son más que falacias dirigidas a prolongar la guerra, para finalmente con el conflicto de un lado y las políticas paternalistas del otro lado, desmembrar el resto de conciencia y de identidad de los colombianos.

El Ciudadano común debe entender que la paz no es una cuestión política, es un factor social. Se da gracias al equilibrio entre la justicia y la libertad. En un país donde se respeta la igualdad jurídica y se habla de hacer lo que a uno le corresponda bajo la ley y el derecho a la libertad jurídica se respete, hay necesariamente una conciencia y un equilibrio que lleva a la paz.

Como se ha visto en Colombia la conciencia es un factor inexistente en la población común, la cual ha sido afectada por la desinformación y por el desinterés promovido por la corrupción y los trastornos sicológicos que nos hacen negar nuestra situación y plasmar otra diferente dentro de nuestra realidad individual. Además del problema de la conciencia, no existe un respeto por el equilibrio que la ley y la libertad engendran.

En Colombia no existe un imperio de la ley a diferencia de Estados Unidos u otro tipo de países europeos. En nuestro país la falta de conciencia ha llevado al irrespeto de la ley y la autoridad que de ahí se deriva, las personas comunes no respetan el límite de su libertad y por ende sus representantes políticos tampoco lo hacen y por la espalda de quienes representan hacen tratos con paramilitares, reciben en la casa de Nariño a gente involucrada es crímenes de lesa humanidad e incluso los detentores del poder político dirigen tras bambalinas las violaciones de los derechos humanos.

El irrespeto de la ley llevado a cabo por el colombiano común se multiplica y se reproduce a una escala mucho mayor en su dirigente y representante. Por eso la ignorancia y la falta de conciencia deben ser combatidas en la raíz para que en las ramas deje de crecer la corrupción y se impida que se marchite del todo el país. Ya que este objetivo es sumamente complicado de realizar, la propuesta y la campaña que promuevo es la concientización individual y no colectiva. A la paz se puede llegar siempre y cuando los individuos estén preparados para asumirla, con la responsabilidad y el respeto como generadores de la misma. El colombiano promedio debería sacudirse estos sesenta años de guerra, corrupción, violencia, narcotráfico, desamparo y mucha desolación simplemente llegando a la conclusión que con su voto y su posición se puede promover grandes cambios.

Esta campaña no propone salir a la calle y marchar contra las FARC, ni tampoco propone la reestructuración del un sistema político para convertirlo en un instrumento favorable y respetuoso de la integridad política y social; esta propuesta consiste en algo mucho más radical, al partir desde la base del problema, para cambiar el sistema de valores inmerso dentro de nuestra política y de esa forma desarrollar y consolidar un sistema basado en el reconocimiento de sujetos éticos con derechos y deberes, los cuales respetan una libertad jurídica y toman a la ley positiva como la guía para la paz. De esta forma cada individuo es vital para el desarrollo de la paz, se parte de la conciencia individual para asi llegar a una conciencia colectiva, se ataca el cáncer célula por célula, para de esta forma dejar limpio el sistema.

Entonces la premisa para alcanzar una paz verdadera en nuestro país debe ser: que la paz es un acto individual que sirve como medio y como fin y es la meta de todas las acciones que son parte de la vida. Cada individuo debe apuntar a la paz a través de un reconocimiento de sí mismo como un sujeto potencial para el desarrollo del país y de la sociedad colombiana. El prefecto balance entre el desarrollo individual y el desarrollo colectivo llevará a la concientización y finalmente a una paz plena y verdadera, con justicia y sin circunstancias vergonzosas durante el establecimiento de esa paz.

La paz no es un asunto de la política. La política es uno de tantos asuntos hechos para la paz.

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OPINIONES SOBRE ESTE ARTÍCULO

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2 Opiniones to "CAMPAÑA PAZ Y LIBERTAD: UNA MIRADA A NUESTRA SITUACIÓN Y UNA PROPUESTA PARA LA PAZ"

Anónimo dijo... 10 de junio de 2009, 9:33

Mono... me gustó mucho!!!, pero sobretodo en énfasis en el cual somos nosotros los involucrados... nosotrsos somos los encargados de hacer o no hacer paz... y la parte de individualidad y colectividad tambipe, evidentemente se debe partir de un cambio dersonal, netamente individual, peor luego se peuden generar acciones colectivas... y sobretodo COTIDIANAS! así, como al subirse al bus se saluda (se supone), etc.. volver las cosas algo colectivo y cotidiano.. igual el individuo existe poruqe pertenece a una sociedad, y la sociedad existe proqeu están los individuos que la forman, entocnes... toca comenzar en forma ;)

Anónimo dijo... 2 de julio de 2009, 15:38
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