HACEN FALTA LOS ESTADISTAS

Escrito por: Luis Felipe Barrera Narváez
Para:
http://calicolumna.blogspot.com/

Estamos a sólo meses para empezar la celebración del bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos que, pulverizaron con tenacidad, las cadenas del poder imperial español, para imponerse, en un acto de notable sumisión, las cadenas del caudillismo político de nuestros mandamases. Y digo mandamases y no mandatarios por que el ego de Correa, Uribe, Chávez, Evo, Ortega, entre otros líderes tropicales, siguen más sus sistemas ideológicos caracterizados por su portal de hierro y no por la representación del interés nacional de cada pueblo que representan. La pandemia que castiga al trecho de tierra bolivariano, fortalece la imagen infecciosa del caudillo y deja en estado de coma al sistema democrático.

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Mientras nos acercamos a la gran fiesta patriota, vemos como las peleas de los jefes de Estados andinos siguen por una vía de choque y agravios que crean una enorme brecha entre las naciones que por lo pronto, se perciben como enemigas y no como las hermanas que son.

La gran cenicienta del concierto sudamericano es Colombia. Del imperio Español al Estadounidense. La soledad de Uribe en el hemisferio es incuestionable. Esto se observa con claridad al notar que los países de este pedazo del mundo, han optado por separarse de las directrices estadounidenses, para poner en el cielo otro grito de independencia, en contextos económicos, políticos y culturales. Que sean eficientes, progresistas, autosuficientes, o no lo sean, es una cosa, pero esas son las perspectivas emancipadoras de los proyectos políticos que imperan en la región. Ya sea la recalcitrante formula del chavismo, o la ponderada izquierda de Michel Bachellet y Lula, lo cierto es que en la zona se agitan las banderas de la unión latinoamericana y el distanciamiento ante la Casa Blanca.

Mientras el continente se torna, Bogotá se duerme, por lo que a su cuerpo diplomático le toca improvisar cada vez que Álvaro Uribe suelta a cuenta gotas información que involucra al gobierno de Chávez y Correa con las FARC. La improvisación consiste en seguir manchando cíclicamente al jefe de Estado venezolano y ecuatoriano a medida que estos arrojen amenazas e insultos a su par colombiano. Amenazas que nacen de la decisión “escondida” del gobierno de Colombia por ampliar las estipulaciones del Plan Colombia con los Estados Unidos y permitirle el uso a ese país de siete bases militares y puertos del país.

Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que se pretende con dicha ayuda, el general Freddy Padilla de León decía hace poco que no habría bases de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en nuestro país, lo mismo repetía el simpático embajador de ese país en Colombia. Ahora se dice, que no son bases de los norteamericanos, sino, bases colombianas que serán usadas por los estadounidenses “con permiso” del alto mando militar y el gobierno colombiano, eso sí, los militares en servicio de ese país, gozarán de inmunidad ante cualquier delito que puedan cometer en territorio colombiano. Una política sólida que siempre despliegan a lo largo y ancho del orbe donde se extienden sus ejércitos como gendarmes de la democracia, la libertad y la paz.

Las bases colombianas en las que podrán operar las tropas norteamericanas han causado euforia en las toldas uribistas, porque les da la sensación de que ya tienen al hermano mayor en nuestro terruño, en detrimento del monopolio legítimo de la fuerza estatal, para que “defienda” al país ante un eventual conflicto militar con Chávez.

Eso sí, poco les importa que el Plan Colombia halla arrojado tan pocos frutos en su guerra contra las drogas, por no decir ninguno, a la hora de disminuir las hectáreas cultivadas con coca combatidas a plomo seco. Mientras en Colombia, Estados Unidos promueve una política de fumigación y erradicación forzosa de la droga, en Afganistán se decidió dejar que los campesinos cultivasen libremente la amapola que sirve de base para la heroína. Además las cifras de la ONU y las críticas de los ex presidentes de tres países latinoamericanos deberían generar, si bien no el cambio inmediato, por lo menos la apertura del debate a nivel internacional sobre la fracasada lucha contra las drogas.

Los zalameros de la corte de Uribe, tampoco han de suponer, con un pequeño atisbo de cálculo político, acerca del enorme aislamiento que sufrirá la nación con respecto al vecindario bolivariano ya de por sí, distante de Bogotá. Así exista una conexión dentro del imaginario colectivo de la ciudadanía colombiana que vincula estrechamente a las FARC con los presidentes Chávez y Correa, son nuestros países vecinos con los que mantenemos un comercio, límites, intereses, pasado y cultura hermanada; y aunque muchos quisieran trasladar este trozo de tierra y ponerlo en la costas estadounidenses, no nos podemos ir de aquí.

La retórica belicista, es un elemento cotidiano dentro del bemba exquisita de Chávez, Uribe posa de modesto y circunspecto, pero su estrategia está en el sistemático desprestigio propagandístico y, ahora en manos del interés norteamericano de no perder su influencia en la región e instalar su personal militar en nuestras bases. Para Uribe un elemento disuasivo, para Chávez y su sequito, la confirmación de sus tesis antiimperialistas.

Tener la razón sobre los sombríos vínculos de miembros del alto gobierno de los países vecinos con la guerrilla colombiana, mostrar millares de folios con evidencia que comprometa a sus jefes de Estado con las FARC y montar un escudo jurídico cimentado en amenazas de posibles denuncias ante las cortes internacionales sólo provocará mayor hostilidad de parte de los países de la región y alejará la posibilidad de estabilizar las relaciones diplomáticas.

El interés nacional del gobierno Uribe de establecer un esquema de seguridad interno para la ciudadanía colombiana contra la afrenta del terrorismo estaría roto ante los ojos del mundo que, verían atónitos como sus vecinos que comparten la misma bandera aparecen como grandes aliados de la organización guerrillera. A Uribe le tocará invadir Venezuela y Ecuador para derrocar sus gobiernos y extirpar la amenaza del terrorismo. Esta entelequia a un político como Chávez le cae como anillo al dedo, ya que su discurso ha concebido desde siempre, una aparatosa invasión de su país por parte de Estado Unidos utilizando como cabeza de playa a la nación colombiana. Las bases son sugestivas.

Una política coherente tendida por la cancillería y dirigida principalmente a cicatrizar las hondas heridas entre las relaciones de Colombia con los vecinos, tendría que ir de la mano con sus intereses nacionales, el comercio, la lucha contra el narcotráfico, el conflicto con las FARC y el reconocimiento de la legitimidad de los gobiernos contiguos.

Los escándalos de prensa con videos e información de ventas de armas se deben ventilar dentro de los cauces y tratos de dos Estados modernos y decentes que se reconocen pares, un trato diplomático puede ser la solución. Los acuerdos militares de estas proporciones deben ser abiertos a la ciudadanía (dentro de los limites que la seguridad nacional permita) y, sobre todo, a las instituciones democráticas como el Congreso y el consejo de Estado, de lo contrario parecerán obras maquinadas en la oscuridad por un gobierno irresponsable y, como decía Gaitán: “vendepatria”.

Para seguir escupiendo fuego por la boca, sobran epítetos y groserías, dentro del lenguaje. Para construir relaciones de amistad y fraternidad entre los pueblos hace falta prudencia de estadista. En Latinoamérica sobran los caudillos que empujan sus costales cargados de ofensas y tras de ellos, pueblos emborrachados con las arengas de guerra. En Latinoamérica hacen falta los estadistas.

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OPINIONES SOBRE ESTE ARTÍCULO

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8 Opiniones to "HACEN FALTA LOS ESTADISTAS"

Cali-Columna dijo... 12 de agosto de 2009, 20:56

Defenitivamente considero que es una directiva en la cansilleria y en los medios de difunción crear una imágen negativa de los presidente de otras naciones como medio para obtener tensión y por tanto coperación internacional de gobiernos como el de Estado Unidos y además acumular votos para las proximas elecciones y el referendum imposible.

También coincido en que los presidente de latinoamerica no son más que caudillos, de hecho el caudillo es propio de america latina...una especie de demagogo tropical.

Chavez, Correa y Uribe se dejan guiar por sus ideologias y su posición dentro de la esfera política y se olvidan que detrás de ellos hay pueblos y naciones que pagan sus errores y continuan sufriendo por sus decisiones...y para la muestra un botón: los altos precios de gasolina en la frontera con venezuela y el desavastecimiento.

En America Latina no hay un manejo real de las relaciones internacionales, no existe diplomacia real...como la manejada por los franceses y los caballeros ingleses...la diplomacia es un arte de caballeros y no de bestias que se insultan y se difaman mutuamente.

Cali-Columna dijo... 12 de agosto de 2009, 20:56

Carlos Alberto Arango Schütz

Anónimo dijo... 12 de agosto de 2009, 21:11

Lo grotesco dentro del aparato diplomático de Colombia, es que en la mayoría de embajadas se siga una línea de "amiguismos" a la hora de nombrar los representantes del gobierno ante otros Estados. La preparación en asuntos exteriores y en el arte de la diplomacia sucumben ante el imperio del clientelismos. Acaso ¿Cuando vé uno en la televisón o por los medios a los respectivos embajadores de Colombia en Venezuela y Ecuador? Son representanes de gremios económicos, duchos en materia comercial, pero me temo que escasos de luces cuando de relaciones entre Estados, y más, entre Estados en tensión. La diplomacia de Uribe es excesivamente personalista como lo es sus formas de hacer política, la estructura de liderazgo "Microgerencial" del hombre que hace todo, impide la efectividad en la consecución de los interéses nacionales de Colombia.

Anónimo dijo... 12 de agosto de 2009, 21:12

Luis Felipe Barrera

Cali-Columna dijo... 12 de agosto de 2009, 21:17

Yo diría que su forma de proceder es totalmente paternalista y antisistemica...se supone que existen embajadores para que actuen como emisarios de la política exterior y de los intereses del estado colombiano (ojo no sólo del gobierno) y en este gobierno se ve por lo lejos la necesidad de que el jefe de estado haga todo...¿me pregunto por qué será?.

Lo curioso del fenómeno es que a pesar de la falta de diplomaticos por parte de los tres estados en conflicto...todavia no hay guerra o conflicto armado...es curioso.

Anónimo dijo... 12 de agosto de 2009, 21:48

¿Será curioso que no se presente una guerra entre estos dos Estados? No será mejor que estamos preparados más para hacer pirotecnia y un show circense, sobre todo por el gobierno venezolano y no dentro de un conflicto entre dos países pobres que tengan posibilidades de asumir los costos de una salida militar. Cuando Chávez le dijo, en alguna ocasión, a su general de brigada que moviera los tanques a la frontera con Colombia, el general se paró y le dijo "Si señor". Luego se sentó. Los tanques llegaron después de la ayuda de remolques, dos meses después, cuando todo estaba en calma. Las armas y el lenguaje ampuloso, lleno de una retórica belicista, hace de dos hombres del trópico caribeño su fortín político. La guerra contra el terrorismo en un Uribe. La guerra contra el imperio en un Chávez. Lo cierto es que en las relaciones entre Estados, la guerra nunca debe ser soslayada y dejada a un lado, pero entre estas dos naciones, es poco probable que suceda algo más allá de una escaramuza.

Anónimo dijo... 12 de agosto de 2009, 22:40

Luis Felipe Barrera

Anónimo dijo... 13 de agosto de 2009, 15:49

Si hay guerra; la guerra del terrorismo mediático, la guerra del hambre y el desempleo que se ve venir por el cierre de la frontera venezolana; despedirán a muchos de sus trabajos porque no se pueden comercializar los productos colombianos; también por el alto costo que ya implica venderle a Ecuador con motivo de los aranceles. También hay guerra psicológica; de por si para un pueblo como el nuestro, ya en guerra desde hace tantos años, cualquier otro coflicto generador de tensión es altamente costoso para su salud mental- También está la guerra de los Egos de todos los supuestos "caudillos"; por no decir otras guerras soterradas en las que ya hay triunfadores inmensamente morbosos: Los medios de comunicación; los productores de armas; los paises vecinos "oportunistas"; en fin, muchos intereses frenteros y soterrados. Todos sabemos que la guerra es un gran negocio........También están ganando la guerra muchos a los este humo negro y denso en las fronteras, los oculta muy cerca de la Casa de Nariño para seguir con sus negociados sin que nosotros los distraidos nos demos cuenta de sus "andanzas"; en fin, si lo miramos con cuidado, están ganando muchos mas de los que inmaginamos.

Heidi Schütz Buenaventura M.D.

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