El ASESINATO DE JAIME GARZÓN– CONTRAVIA

Publicado por: Carlos Alberto Arango Schütz – 29 de septiembre de 2008


Anoche navegando por internet después de ver el programa CONTRAVIA del Canal 1, encontré estos videos sobre el asesinato de Jaime Garzón. Me parece pertinente ver esta historia, debido a que Jaime fue ante todo un comunicador de la realidad política de nuestro país. Fue uno de los pocos personajes que no adornó la realidad sino que la enuncio siempre de frente y sin miedo, hasta el día en que fue asesinado.

Lamentablemente en Colombia mueren las personas sinceras y honestas como Jaime, mientras que los personajes malévolos y funestos acaparan más poder.




PROGRAMA CONTRAVIA - MORRISPRODUCCIONE'S
(CANAL 1)





















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INSENSIBILIDAD COLOMBIANA Y CALEÑA

Escrito por: Carlos Alberto Arango Schütz
Fotos por: Melisa Paz Gómez

Hoy (25 de septiembre de 2008) los de Cali-Columna presenciamos un acontecimiento que nos dejó atónitos y con una sensación de malestar incontrolable. En la entrada de Jardín Plaza (centro comercial) unos sicarios le dispararon a un señor dos tiros en el abdomen.

Nos encontrábamos cruzando la carrera 100 para dirigirnos hacia Jardín Plaza cuando una señora en un carro nos pito para avisarnos que venían disparando detrás de ella y que habían matado a alguien, al instante nos encontramos en medio de una situación de desespero en la cual no sabíamos si correr, tirarnos al suelo o simplemente quedarnos estáticos.

El caso es que cuando termino toda la confusión nos acercamos muy rápidamente a Jardín Plaza con cámara en mano para tomarle fotos a la escena del crimen, pero nuestra ética no nos permitió proceder, ya que no queríamos atentar contra la humanidad de la persona que se encontraba herida (además no somos amarillistas). Al poco tiempo que la víctima fue trasladada a la clínica del Valle de Lilí, decidimos tomar dos fotos de la escena para tener algo gráfico que publicar.

Pero el tema de este artículo no es precisamente hablar sólo de este acontecimiento especifico, lo estamos reseñando para tener un ejemplo de la tesis que vamos a anunciar a continuación: Los colombianos y los caleños hemos perdido la sensibilidad por estos incidentes, la violencia que nos rodea nos ha transformado en entes que no perciben la realidad y que piensan que un hecho como este no nos puede llegar a pasar.

Los caleños sólo estamos reaccionando a la violencia cuando la vemos directamente con nuestros propios ojos. Nuestras voces se unen en repudio colectivo a la violencia generada por los actores armados (FARC, ELN y AUC) ó hasta del propio Estado, pero nunca en contra de la violencia ciudadana que día a día causa en nosotros una distorsión de la realidad, que nos hace negarla e incluso ignorarla.

Los colombianos en general salimos a la calle sin pensar que vivimos en un país en guerra, que padece miles de muertes al año, secuestros y atracos a mano armada. Vivimos nuestra rutina sin imaginar que un día en la puerta de uno de los centros comerciales más importantes de la capital del valle, una persona común y corriente vaya a ser herida con un arma de fuego sólo por robarle sus pertenencias.

Cuando vemos la muerte merodeando cerca de las aceras de nuestra ciudad, nos damos cuenta de lo frágil que es nuestra humanidad y las políticas estatales de seguridad física como la del presidente Uribe. Lo cierto es que sin seguridad para todos los derechos del ser humano (la vida, la educación, el empleo, la salud, etc) la violencia y la inseguridad van a seguir procreándose y afectando a todos los individuos de nuestra comunidad sin importar su condición socioeconómica.

La violencia y su presentación en los medios de comunicación ha saturado nuestras mentes, llenándonos de asesinatos que ante nuestros ojos son normales y forman parte de la rutina diaria. Lo preocupante es que nos hemos vuelto tolerantes frente a la violencia que nos rodea, sólo nos preocupamos por lo que nos pueda llegar a pasar a nosotros y a nuestras familias. La violencia nos está venciendo y separando, está sembrando desconfianza entre todos nosotros y haciendo que juzguemos a los demás por el simple hecho de no saber de donde provienen o que hacen cuando no están cerca de nuestro. En Colombia no existe el beneficio de la duda y las puertas usualmente están cerradas a las personas sin recomendación de terceros.

Hemos volcado nuestra vida a transitar por lugares que juzgamos como menos inseguros que otros y a relacionarnos con personas que nos parecen de fiar. Ya no vivimos de una forma fluida, somos hijos de un país que no ve la paz hace más de 40 años y que día a día se muere de apoco.

En el caso del señor abaleado hoy en Jardín Plaza la gente alimentó su morbo y su chisme, tanto así que este incidente se comentaba sin condenar a los perpetradores y sin ni siquiera incitar a las personas a reflexionar. El chisme se vendía como noticia del Caleño y a los escasos 10 minutos la gente volvió a su rutina habitual.


Con este artículo queremos invitar a las personas a que repudien la violencia, que no la toleren y mucho menos la consideren como algo inherente a Cali y a Colombia. El país, la ciudad y la comunidad son el reflejo de lo que omitimos y permitimos.

No dejen morir a nuestra Patria.

Carlos Alberto Arango Schütz - 25 de septiembre de 2008
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